29 Apr

Al oír las palabras de Jesús, muchos de sus discípulos se ofendieron (versículos 60-61), ya que andaban en la carne y no en el espíritu (San Juan 3:6) lo que es nacido del  Espíritu, espíritu es. (1ra Corintios 2:14)Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 

En el versículo 63, el mismo Jesús les dice: El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. Pero al confrontarlos les fue más fácil tirar la toalla y dejar de seguir al Señor (v. 66), antes que aferrarse a la vida eterna y echar a andar su fe.

En nuestra vida tendremos situaciones bastantes complicadas, pero es ahí cuando más debemos buscar a nuestro Señor y salvador, debemos tomar la actitud del apóstol Pedro y decir: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna (v. 68) sabiendo que fuera del Señor Jesús, no encontraremos nada que se compare a la vida eterna que él nos ofrece.

San Juan 3:14-15 dice: 

Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.


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