Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
Juan 1:12
En las palabras iniciales del evangelio de Juan leemos sobre una lucha entre luz y tinieblas, ("... las tinieblas no prevalecieron contra ella").
Que gozo hay en nuestra alma cuando conocemos que no tenemos que seguir siendo esclavos del pecado, Jesús ya peleó y venció por nosotros, "... Para esto apareció el hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. " 1Juan 3:8. Y dio la autorización, la posibilidad, la capacidad de ser llamados sus hijos, por lo tanto el enemigo y sus ofertas pecaminosas ya no tienen ningún dominio sobre nosotros.
Aunque seremos tentados, tal vez ahora mismo, pero recuérdate a ti mismo, recuerdale a tu carne y recuerdale al enemigo, que ahora soy un hijo de Dios y mis batallas están ganadas porque Él venció.