Escudriñad las escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mi; y no queréis venir a mí para que tengáis vida (Juan 5:39-40).
Muchas veces somos poco obedientes al buscar al Señor por medio de su Palabra, en ella Él ha dejado su preciso testimonio a lo largo de muchas generaciones, y aún lo que ha de venir.
El escudriñar la Palabra de Dios es una responsabilidad de todo seguidor de Jesucristo, perseveremos pues diligentemente en la lectura y en la obediencia a su Palabra para ser luz a aquellos que no conocen de la Palabra. Busquemos de aquel que es perfecto y justo en todo; busquemosle mientras puede ser hallado, llamemosle mientras aún está cercano (Isaías 55:6). No seamos como el pueblo rebelde que no le recibió, tengamos cuidado de no ser reprobados.