El versículo 17 comienza diciendo que Jesús les respondió: Mi padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. En estás palabras que decía y acciones que realizaba, Jesús estaba cumpliendo con el quinto mandamiento, porque en todo momento vemos buscaba honrar al Padre (“porque no busco mi voluntad, si no la voluntad del que me envió, la del Padre." Juan 5:30).
Los judíos llenos de odió procuraban matarle, y aunque conocían la ley de principio a fin, y sabían que matar era ir en contra de los mandamientos de Dios, su orgullo, apariencia y autoridad terrenal les importaba mucho más, lo cual los hacía solo religiosos por qué no buscaban cumplir la voluntad del Padre.
Amados tengamos cuidado de no caer en religiosidad, porque aunque conozcamos la palabra, en algunas ocasiones sólo queremos tomar lo que nos conviene y en ocasiones aborrecemos a nuestros hermanos que se han visto obligados a llamarnos la atención.
Sabemos que la salvación es por fe y no por obras para que nadie se gloríe (Efesios 2:8-9), también debemos recordar que la fe sin obras está muerta (Santiago 2:17).
Para terminar, leamos 2Corintios 5:10: Por qué es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.
Reflexionemos en nuestro caminar.