29 Apr

Algunas personas buscan puntos discrepantes para sembrar semillas de discordia, descontento y duda. Juan el Bautista terminó esta discusión hablando de su devoción a Cristo. Es contraproducente forzar a otros a que crean como nosotros. Es mejor hablarles de nuestra entrega personal a Cristo y lo que Él ha hecho por nosotros. 

Los  discípulos de Juan el Bautista estaban confundidos porque la gente seguía a Jesús y no a Juan. Es fácil que nuestros celos germinen cuando aumenta la popularidad del ministerio de otra persona. Sin embargo, debemos recordar que nuestra verdadera misión es lograr que las personas sigan a Cristo y no a nosotros.  

Juan demostraba su conformidad y gusto por desempeñar su trabajo (bautizar), debía continuar hasta que fuera llamado a hacer otra cosa. Ésto con la finalidad de conducir la gente a Cristo. La disposición de Juan a menguar en importancia (o popularidad) muestra su humildad. Otros cristianos pueden sentirse tentados a enfatizar más su trabajo y éxito en el ministerio que a Cristo. 

Tengamos cuidado de los que ponen más énfasis en sus logros que en el Reino de Dios.

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