Juan 21:15-19

"...Y dicho esto, añadió: Sígueme." (V.19)

En aquella ocasión Jesús y Pedro entablaron una conversación sincera y hermosa, pero también cargada de responsabilidades, pues en ella el Señor le delegaba una tarea importante a Pedro: Pastorear las ovejas (v.15-17).
De ser un pescador, Jesús había llamado a este hombre a ser uno de sus discípulos, y ahora le pedía que apacentara y pastoreara el rebaño del Señor, le pedía que lo siguiera, que diera todo por Él; pues el seguir a Cristo conlleva mucha responsabilidad y una entrega completa: "... Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame." (Mateo 16:24).

Queridos hermanos, miremos el ejemplo de Pedro, quien fue sacado del vulgo (Hechos 4:13), del pecado, de ser un pescador fue llamado a ser compañero y trabajador para la obra de Jesucristo. Así también nosotros, que hemos sido limpiados por la sangre de nuestro Señor Jesucristo, y restaurados por gracia , no temamos en seguir a Jesús, no temamos en tomar aquella responsabilidad que Él nos ha dejado, de ir y llevar el Evangelio a toda criatura (Marcos 16:15), comenzando por los que nos rodean.

Hermanos, cuando somos llamados para trabajar en la obra, para defender la fe, para padecer, el Señor está preguntando: ¿Me amas?, Que podamos responder con sinceridad y convicción, "Sí, Señor; tú sabes que te amo" (V. 15). Y que acudamos con obediencia cuando Él nos diga: "Sígueme" (v.19).