16 Jun

 


En esta ocasión vemos otro milagro de nuestro Señor, en el cual se manifiesta de una manera única e inconfundible, definitivamente era el Señor, así como lo dijo Juan (v. 7). Pues después de no pescar nada en el mar durante la noche, escucharon las palabras del Señor y le obedecieron, Él les dijo: "Echad la red a la derecha y hallaréis" (v. 6), y en verdad encontraron peces, y no solo eso, sino que eran grandes peces , ¿esto habría sido logrado con esfuerzo humano?, he ahí la necesidad de tener nuestra confianza entera en el Señor.Hermanos, en la vida encontraremos situaciones adversas, pero debemos recordar lo que dice Romanos 8:28.
"Y sabemos que los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados"
Parecía que las cosas no iban bien aquella madrugada frustrante, la pesca no había rendido frutos (v. 3), pero allí los discípulos pudieron ver la mano poderosa de Dios. Así también nosotros, no debemos perdernos la oportunidad de escuchar la voz del Señor en medio de las circunstancias, para esto, debemos tener puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe (Hebreos 12:2).

Hermanos, debemos tener la entera confianza de que si hacemos su voluntad, si obedecemos a su voz (v. 6), aquello por lo que estamos pasando no ayudará para bien, sea cual sea nuestra situación.

Dios les bendiga siempre

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