08 Jun

Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.
Juan 19:30


Como lo dice aquel himno : "Nada quedó por hacerse, ¡Todo lo hizo Jesús!".
Todo lo que estaba escrito, todo lo que se debía hacer, nada faltó, el Señor terminó su obra perfecta, con un sacrificio perfecto. Y al terminar pudo decir: "Consumado es". Hermanos, esta palabra debe de impactar nuestras vidas, pues aquello que es "consumado" es algo que está completo, y además ha sido concluido en perfección. Es decir nuestra salvación reposa sobre una obra completa y perfecta. "Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados." (Hebreos 10:14).
Hermanos, caminemos con seguridad, sabiendo que nuestra salvación es un regalo, que se fundamenta en un sacrificio completo y perfecto. Si fuésemos responsables de ganar diariamente nuestra salvación habría razones para dudar, pero no es así.
Esto no es una oportunidad para el libertinaje como muchos lo creen, ya que nuestra respuesta a ese regalo es una vida de obediencia.
Es cierto que le fallamos a Dios, y ser conscientes de esas fallas es una buena señal, pero estas caídas no son razón para dudar de tu salvación, así como nos lo dice el himno "Ante el trono celestial":

Cuando he caído en tentación
Y al sentir condenación
Al ver al cielo encontraré
El inocente quien murió
Y por su muerte el Salvador
Ya mi pecado perdonó
Pues Dios, el Justo, aceptó
Su sacrificio hecho por mí.

Amén
Que nuestra mente y corazón siempre encuentren paz en esta seguridad: "Consumado es".

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