Juan 16:5-15

Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; (ustedes) más si me fuere, os lo enviaré. Juan 16:7

Claramente Jesús nos prometió la venida del Espíritu Santo que posteriormente se vio cumplido en el día de Pentecostes (Hechos 2:1-13)
Por lo cuál debemos tener la entera confianza de que Dios no nos ha dejado solos, el Espíritu Santo es nuestra compañía permanente (Juan 14:16), y también nos guía como lo dice él (v. 13): "Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad"
Recordemos que el Señor Jesús nos dejó su ejemplo:"... ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis."(Juan 13:15). Y el Espíritu es el que nos convence de pecado cuando estamos desviándonos del camino, cuando nos alejamos de su ejemplo, comenzando el día que aceptamos a Jesús como Salvador.
Hermanos dejemos que el Santo Espíritu de Dios nos guíe, ya que nuestro Dios no obliga a nadie a seguirlo, no seamos rebeldes a su voz; prefiriendo lo que el mundo ofrece, pues si queremos ser verdaderos discípulos del Maestro debemos dejar todo por Él, esto incluye hasta nuestros más grandes sueños y deseos.
Veamos Lucas 14:27
Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.
Rindamos nuestra vida a nuestro Señor y pidamos que su Santo Espíritu nos guíe.