Con todo eso, aun de los gobernantes, muchos creyeron en él; pero a causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga. Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios.
Juan 12:42-43
En aquel entonces, los fariseos eran un grupo que influía en los creyentes, impidiéndoles mostrar públicamente su fe en el Señor, las personas cedían por miedo a ser expulsados de la sinagoga.
Esa misma situación podría presentarse en nuestra vida, si es así:
¿Cuáles son aquellas situaciones en las que no hemos podido compartir nuestra fe?
¿Por miedo a qué, ser expulsados de algún grupo, por preferir más la aprobación de las personas?
La invitación en este mensaje es el analizar nuestra vida, y pedirle al Señor que él sea nuestra fortaleza para ser valientes al momento de confesar nuestra fe en Cristo Jesús. Cómo está escrito en 1 Pedro 3:15 "sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;"