Pasados muchos días, los judíos resolvieron en consejo matarle;
Hechos 9:23
De Damasco a Jerusalén, y de Jerusalén a Tarso. La vida de Pablo seguía incluyendo viajes y persecución, con la diferencia de que antes viajaba para perseguir, y ahora viajaba porque era perseguido. Ayer leíamos sobre la valentía con que Pablo predicaba de Cristo (Hechos 9:20), Pablo no intentó realizar su labor silenciosamente para resguardar su seguridad, predicó públicamente con esfuerzo y fidelidad, esto lo convirtió en un blancos para los perseguidores. Esta es la vida del Apóstol Pablo, una vida dispuesta a sufrir padecimientos por causa del nombre de Cristo, ¿hemos entendido la necesidad de estos padecimientos en el cristiano?, ¿habrá alguna mejor forma de vivir? (Hechos 9:16; 14:22; 2 Corintios 4:17, 1 Pedro 4:16).
Cuán sensible y frágil es el cristiano hoy en día, Pablo entendía la necesidad de padecer, hoy buscamos evitar a toda costa el sufrimiento, y nos preguntamos:
- ¿será necesario padecer por el nombre de Cristo?, ¿no podría vivir mi cristianismo de una forma más pasiva y amigable con este mundo?
- Definitivamente no
- ¿Por qué no?
- Porque “…es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.” Hechos 9:16
Y quisiera ser insistente en la palabra “necesario”, la cual nos indica que algo no puede faltar, ¿Qué es una escuela sin alumnos?, si no hay alumnos los salones son solamente cuartos vacíos, los alumnos son necesarios. Hermanos, la oposición de este mundo es necesaria , los padecimientos son necesarios , pues, ellos son testimonio de un cristianismo verdadero. Así como lo dice el Profeta: “…meditad en vuestro corazón…” Hageo 2:15