26 Jul
26Jul

porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.

 Hechos 4:20



 Al comenzar este capítulo podemos ver a los del concilio disgustados por la enseñanza que impartían Pedro y Juan, pero no se puede ignorar que estas mismas personas también se encontraban maravilladas por el testimonio y palabras de estos dos hombres, e incluso les reconocían que realmente habían estado con Jesús (v.13).
Observamos también que el concilio trató de amenazarlos e impedirles el seguir dando Palabras al Pueblo; más ellos se negaron rotundamente, diciendo: "Juzgad si esto es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios" (v.19).

En la actualidad, las nuevas leyes, costumbres, y demás cosas de este mundo, intentan intimidar a la Iglesia, restándole libertad para hablar de Cristo, la salvación, y el pecado, e incluso quisieran apagar la llama del Espíritu que mora dentro de nosotros.
Hermanos mantengámonos firmes, profesando lo que creemos y las maravillas que hemos visto por parte de nuestro Padre. Seamos valientes y esforzados al compartir nuestra fe; pues, el mundo no puede ser ganado para Cristo por hombres y mujeres tranquilos y complacientes (Hudson Taylor). Recordemos las palabras que Pablo escribió a Timoteo: "Pelea la buena batalla de la fé, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos" (1 Timoteo 6:12).


No nos callemos, alcemos la voz para testificar al mundo de Cristo resucitado.

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