19 Sep
19Sep

Porque si algún agravio, o cosa alguna digna de muerte he hecho, no rehúso morir; pero si nada hay de las cosas de que éstos me acusan, nadie puede entregarme a ellos. A César apelo. Entonces Festo, habiendo hablado con el consejo, respondió: A César has apelado; a César irás.
Hechos 25:11-12


En estos versículos vemos cómo Pablo sigue detenido en Cesarea, aún después del cambio de gobernador, ya que Félix es sucedido por Porcio Festo.
También vemos, que algunos judíos seguían insistiendo en hacerle daño a Pablo; para lograrlo, levantaron falsos, y al ser mentiras, no pudieron probar nada de ello (v. 7).

Hay algo muy impactante en estos versículos, pues aquí podemos ver cómo Dios muestra su gracia, y por medios inesperados lleva a Pablo cada vez más cerca de su propósito, ya veremos cuál es este propósito.
Vayamos dos capítulos atrás. Vemos cómo el Señor le dice a Pablo: "...es necesario que testifiques también en Roma" (Hechos 23:11), Dios sabía por lo que Pablo estaba pasando, y había un propósito por el cual ocurrieran estas cosas; era necesario que Pablo pasara por todas estas circunstancias para cumplir con dicho propósito. Este proceso no solo duró unas semanas; este proceso duró años (Hechos 24:27), pero a pesar del tiempo, Dios siempre estuvo en control y se mantuvo fiel, Él siempre supo qué pasaría con Pablo, siempre estuvo con él, y le guardó de las personas que querían hacerle daño (Jeremías 29:11).
La razón del proceso por el que pasaba Pablo, toma mucho sentido en Hechos 25:11-12, cuando Pablo, proclamando su inocencia, le dice a Festo: "A César apelo". Y Festo responde: "A César has apelado; a César irás". Hermanos, César, el emperador, estaba en Roma.
Recordemos una vez más las palabras del Señor a Pablo:"...es necesario que testifiques también en Roma". Quizás imaginamos que este sería un viaje como los tres anteriores; como dice aquel canto “Cuán grande es Dios”, mucho más de lo que podemos imaginar.

Esto es tan increíble, pues no solo aplica para la vida de Pablo, sino para todos nosotros, ya que por gracia tenemos la confianza de que Dios siempre está en control, Él tiene un propósito para cada una de nuestras vidas, y no importan la situación o el tiempo, este propósito se cumplirá. Los obstáculos en el proceso no impedirán que Dios cumpla su voluntad en nuestras vidas; y así como Él siempre estuvo con Pablo en aquellos momentos difíciles, también estará con nosotros (2 Tesalonicenses 3:3).

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.
ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO