09 Sep
09Sep

Pero el hijo de la hermana de Pablo se enteró de la emboscada, y fue y entró al cuartel y dio aviso a Pablo. 

Hechos 23:16 [NBLA]


Era un complot muy audaz, porque requería atacar a Pablo mientras hacía su trayecto, antes de presentarse ante el concilio. Los conspiradores eran más de cuarenta, y no había nada más que les importara, sino acabar con la vida de Pablo.

A veces la ira nos ciega; aquellos hombres asechadores quizá tenían familia, ¿no les importaban esto? 

Pensemos en nuestras vidas, ¿hay en nosotros alguna emoción o impulso que pueda herir o poner en riesgo el bienestar de otras personas? Pidamos a Dios sabiduría y dominio propio, para pensar bien antes de hacer algo, y no dejarnos llevar por cualquier pasión humana (Santiago 4:1).

Alguien se percató de este complot (v. 16), no fue una casualidad que lo hiciera; Dios estaba en control, obrando silenciosamente para proteger la vida de su hijo y mensajero oficial (v. 11). Vemos cómo Dios usa situaciones o circunstancias humanas para cuidar a sus siervos. 

¿Recuerdas alguna circunstancia en tu vida que Dios ha usado para proveerte y cuidarte? Demos gracias a Dios por todas aquellas cosas que Él nos ha dado, en su soberanía, y que Él ahora usa para nuestro bien.

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.
ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO