alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.
Hechos 2:47
En estos versículos se muestra un panorama de la vida de los primeros cristianos. Compartiendo las cosas materiales; pero también perseverando en las oraciones, en la doctrina de los apóstoles, partiendo el pan, etc. Se relata que los que recibieron la palabra dicha por el apóstol Pedro fueron agregados a la iglesia. Es importante mencionar que no fueron las palabras del apóstol Pedro, sino que él solo fue un portador de la palabra de Dios, y además la congregación muestra como resultado una vida transformada que solo el Señor puede hacer en nosotros.
El versículo 47 dice claramente: "...Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos". Y lo sigue haciendo; y no requiere que le ayudemos con nuevos métodos y herramientas para hacer este llamado, Él sigue siendo suficiente. Por lo tanto, la invitación es a tener cuidado con aquellas congregaciones "cristianas", que atraen a la personas con engaños, con actividades o prácticas llamativas, con lisonjas (Romanos 16:18), tolerando la práctica del pecado, haciendo una iglesia "a gusto del cliente".
La iglesia es del Señor, y Él quiere una iglesia santa, y así es y será. Nosotros solamente somos instrumentos en las manos del Señor, compartamos con humildad el evangelio y Él atraerá a los que deben ser salvos, a nosotros solo nos corresponde obedecer y confiar en que: "...La salvación es de Jehová" (Jonás 2:9).
El Señor les bendiga.