Había siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes, que hacían esto. Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?
Hechos 19:14-15
Para poder hacer la obra de Dios, cuán importante es tener una vida piadosa y santa en el Señor, es decir, una vida congruente con lo que decimos ser. El Señor ha dado autoridad para echar fuera demonios; en este pasaje vemos, que personas sin consagración a Dios quisieron echar fuera un espíritu malo, pero este demonio los avergonzó; porque el diablo y sus demonios, aunque no son omniscientes, conocen quiénes son los hombres consagrados a Dios.
Es un gozo el ver cómo los espíritus malignos se someten al poderoso Nombre de Jesús. Busquemos, pues, una relación más profunda con Dios, solo alguien que vive cerca de Dios podrá hacer la obra por medio del Espíritu.
Que seamos conocidos aún por el enemigo. Bien dijo Jonh Wesley: hombres consagrados a Dios son armas poderosas en contra del reino de las tinieblas.
Santidad a Jehová.