Él, mirándole fijamente, y atemorizado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios.
Hechos 10:4
Cornelio era un hombre piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre. Dios había trabajado en el alma de este hombre, pues, no vivía conforme al mundo, si no que ahora él adoraba a Jehová. Esa devoción se expresaba en que hacía muchas limosnas al pueblo, y en el hecho de que oraba a Dios siempre. Dios en su soberanía eligió a Cornelio, y el corazón de Cornelio buscaba a Dios, todo esto queda comprobado por las palabras del ángel en la visión, pues, como a la hora novena del día (3:00 pm), Cornelio tuvo una visión donde un ángel de Dios entraba donde él estaba, y le decía: “Cornelio”. Es comprensible que el soldado Cornelio estuviera aterrado. Mirándole fijamente, y atemorizado, dijo: ¿Qué es, Señor?, es decir, ¿qué se te ofrece, señor?, El ángel hablo diciendo: Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios. Dios conocía el corazón de Cornelio, que era un hombre devoto, y que lo adoraba con lo mejor de su entendimiento. En Cornelio había fe que originaba sus obras, la cual también justificó a los fieles del Antiguo testamento, y definitivamente fueron salvos, pero ahora la promesa se había cumplido, el Señor había muerto y resucitado, entonces Cornelio y todo creyente debían y deben asentar su fe en el Nombre de Cristo, pues, “…en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” (Hechos 4:12). Dios lo estaba preparando para proporcionarle este conocimiento. Específicamente, el ángel le dio estas instrucciones:
“Envía, pues, ahora hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro. Este posa en casa de cierto Simón curtidor, que tiene su casa junto al mar; él te dirá lo que es necesario que hagas.” (Hecho 10:5-6)
La reacción del centurión fue instantánea. Cuando partió el ángel que hablaba con él, este llamó a dos de sus criados, y a un devoto soldado de los que le asistían; a los cuales envió a Jope, después de haberles contado todo. Sin duda, el ángel era capaz de entregar el mensaje del evangelio a Cornelio, más Dios ha escogido obrar por medio de instrumentos humanos. La voluntad de Dios cumple más de un propósito a la vez, pues, además de llevar un mensaje a Cornelio, el Espíritu Santo confirma ante Pedro y los demás que el plan de Salvación también incluye a los gentiles.
Qué maravilla tan grande, Dios pensó en nosotros, tanto para salvarnos, como para llevar su mensaje.